Hasta el último baileEva Guerrero
Hasta el último baile de la compañía Eva Guerrero es un espectáculo de danza con música en directo que habla del paso del tiempo, la transformación del cuerpo, las ausencias y los recuerdos.
Hasta el último baile es una autobiografía ficticia: "¿Cómo se guardan los recuerdos en el cuerpo? ¿Qué formas me dan las personas que ya no están? ¿Cómo se transforma mi cuerpo con el paso del tiempo? ¿Qué hay de ti en mí? Con el baile y la música como protagonistas, contamos una historia desordenada donde todo se mezcla, hecha a partir de recuerdos, de voces de otras personas, de cantos y melodías del pasado, un poco de autobiografía y otro tanto de ficción, para reflexionar sobre la vejez, el cuerpo, todas esas huellas que se van quedando por él y lo van transformando y del poder de la danza para unir diferentes generaciones. Hasta el último baile es un encuentro y a la vez una despedida, son muchos cuerpos en un único cuerpo, son las voces de otras personas que transforman nuestro ahora, es la memoria de quienes nos han traído hasta aquí".
Dirección, coreografía, fotos: Eva Guerrero. Interpretación, coreografía: Aiala Etxegarai. Composición musical, interpretación: Yolanda Bustillo, Amaia Santamaría. Textos: creación colectiva. Colaborador: Andrés Corchero. Diseño vestuario: Azegiñe Urigoitia. Diseño escenografía: Silvia Corral. Diseño iluminación: Arantza Heredia, Edu Berja. Diseño gráfico: Iñaki Landa. Producción: Jemima Cano. Comunicación: Eider Zaballa – DOOS Colectivo. Distribución: Teresa Sala. Colaboración: Teatro Arriaga. Apoyado por: Legamia – Errenteria, San Agustin Kulturgunea-Durango, Social Antzokia-Basauri, Kurtzio Kultur Etxea-Sopela, Coliseo Eibar, Meatzari Aretoa y Espacio Punto de Fuga. Agradecimientos: Laura Costa, Josu Lekanda, Iria Losada, Abuela Juana Torres, Regina Salazar-Residencia Conde de Aresti, red BIZAN y a todas las personas que han entrevistado por contarles tanto: Coro, Manuel, Alejandro, Adela, Lourdes, Molli, mi ama, Basi, Antonia, Celia, Tere, Tina, Lurdes, Nekane…